La casa de Edgar Allan Poe

En esta casa, situada al norte de lo que hoy es The Bronx, aunque en su origen fuera de la ciudad de Nueva York, vivio durante algunos anos Edgar Allan Poe. En ella escribio, por ejemplo, Annabel Lee, y en ella fallecio su adorada mujer, Virginia.



En esta cama fue donde la enfermedad se llevo a la adorada esposa de Poe.

He llegado esta tarde, a eso de las cuatro. La casa esta situada en el Poe Park, un pequeno parque al norte del Bronx rodeado de bloques residenciales. Solo se puede visitar los fines de semana, pero he tenido la gran fortuna de poder entrar. Digo gran fortuna porque pasado manana abandono Nueva York, y digo aun fortuna porque la he visto yo solo, sin turistas incomodos, charlando con la guia del museo.

Estaba yo en el parque, pues la casa obviamente esta vallada, contemplando la fachada, cuando desde dentro ha salido una mujer, que ha resultado ser la guia. Tras preguntarle si habia alguna forma de poder visitar la casa en ese momento, pues era mi unica oportunidad, ha accedido a mostrarmela. La casa es del siglo XIX, y aunque por fuera no se diferencia mucho de las casas prefabricadas de Queens, por dentro la cosa es completamente diferente. En realidad solo se pueden ver tres estancias: la cocina, el salon y el dormitorio donde murio Virginia, aunque la cocina, segun me ha explicado la mujer, no es original, asi como los muebles del salon, que aunque de epoca, probablemente no sean los que Poe tuvo en la casa. Lo que si es autentico, dice ella, es la cama, la misma donde Virginia expiro. El techo es muy pequeno, y dentro se respira una extrana atmosfera. Sin duda es un lugar magico, que le deja a uno anodadado. Mirar por las ventanas por las que miro Poe, estar en las mismas estancias en las que el existio durante algunos anos... ha sido una magnifica experiencia.

Y bueno, huelga decir que todos mis estupendos companeros han ido a la Estatua de la Libertad, unos, y de compras, otros, pero apenas alguno si sabia quien fue Poe, aunque ninguno ha leido nada suyo, ni ha mostrado el mas minimo interes en visitar una de las pocas casas del siglo XIX que aun estan en pie en Nueva York...

Fue hace muchos y muchos años,
en un reino junto al mar,
habitó una señorita a quien puedes conocer
por el nombre de Annabel Lee;
y esta señorita no vivía con otro pensamiento
que amar y ser amada por mí.

Yo era un niño y ella era una niña
en este reino junto al mar
pero nos amábamos con un amor que era más que amor
—yo y mi Annabel Lee—
con un amor que los ángeles súblimes del Paraíso
nos envidiaban a ella y a mí.

Y esa fue la razón que, hace muchos años,
en este reino junto al mar,
un viento partió de una oscura nube aquella noche
helando a mi Annabel Lee;
así que su noble parentela vinieron
y me la arrebataron,
para silenciarla en una tumba
en este reino junto al mar.

Lo ángeles, que no eran siquiera medio felices en el Paraíso,
nos cogieron envidia a ella y a mí:—
Sí!, esa fue la razón (como todos los hombres saben)
en este reino junto al mar)
que el viento salió de una nube, helando
y matando mi Annabel Lee.

Pero nuestro amor era más fuerte que el amor
de aquellos que eran mayores que nosotros—
de muchos más sabios que nosotros—
y ni los ángeles in el Paraíso encima
ni los demonios debajo del mar
separarán jamás mi alma del alma
de la hermosa Annabel Lee:—

Porque la luna no luce sin traérme sueños
de la hermosa Annabel Lee;
ni brilla una estrella sin que vea los ojos brillantes
de la hermosa Annabel Lee;
y así paso la noche acostado al lado
de mi querida, mi querida, mi vida, mi novia,
en su sepulcro junto al mar—
en su tumba a orillas del mar.