Bueno, no es para tomarselo a broma, la verdad.
Esta manana una fortisima tormenta caia sobre toda la ciudad. Queens estaba completamente anegado, y a las siete y media de la manana, cuando normalmente un servidor va por la calle con gafas de sol y manga corta, en la calle la luminosidad se asemejaba a la noche.
Despues, en este fantastico metro que tienen aqui los neoyorkinos (quiero recalcar la ironia) el agua ha podido mas que el cemento y en numerosas estaciones caia a chorros, literalmente, sobre las vias. Como es natural, el servicio ha sido suspendido, pero claro, cuando yo estaba a mitad de camino hacia Manhattan.
En la calle te redireccionaban a un autobus que ha tardado la friolera de cuarenta minutos en pasar. A todo esto, lloviendo, y no poco precisamente. Total, que ha llegado el autobus, y todos adentro como si regalasen casas o coches. Aunque unos cuartos de hora mas tarde, la conductora ha anunciado que el servicio de metro estaba reestablecido. Pobres ilusos nosotros, los usuarios, que inocentes bajamos del autobus para meternos, otra vez, en la trampa del metro. Ciertamente, llego uno, pero el servicio volvio a suspenderse a las pocas estaciones.
Total, en estas situaciones uno hace amistad con la gente que tambien se esta cagando en dios, y entre unos pocos hemos pagado un taxi a Manhattan. A quince dolares por cabeza nos ha salido la broma... tras cuatro horas de "odisea".
Ya en la escuela, bueno, las tonterias normales, salvo una novedad: vamos a firmar y a presentar donde sea oportuno una carta protesta en contra de la escuelita de los cojones...
Lo interesante, sinceramente, ha llegado por la tarde. Nos hemos ido a ver las Naciones Unidas de America, a $8.5 la visita. Sinceramente, muy interesante, pero cuando hemos salidos, con nuestra pachorra habitual caminabamos hacia Midtown, cuando Quique, un companero, llama mi atencion sobre un espeluznante detalle: todo el mundo se movia en la direccion contraria a la nuestra, en manada. Cuando esto pasa, es que algo ha pasado. Y premio.
Al parecer, un transformador ha estallado en Gran Central, o muy cerca. Yo en ese momento estaba abandonando Naciones Unidas, que esta bastante cerca. La curiosidad nos ha llevado a oler, y vaya que si hemos olido, porque la columna de humo que ascendia desde el subsuelo tapaba en toda su altura y esplendor el Crysler Building. Tengo unas fotos espectaculares de todo ello, aunque no puedo descargarlas en este ordenador. Ya veremos si os las puedo mostrar antes de mi regreso.
Sociologicamente, la penya neoyorkina se ha vuelto imbecil de repente. La gente histerica por la calle, llorando, corriendo, ansiosa... y una vez que se sabia que no era un ataque terrorista, bromenado y riendo por la calle.
En fin, que ha sido un dia completo, y he vivido relativamente cerca el suceso de hoy. No he presenciado la explosion, pero las fotos que tengo son alucinantes, la verdad. Bueno, inusuales al menos.
Esta va por cortesia de El Pais
Ah, y una mujer ha muerto a causa de la explosion, pero por un ataque al corazon.
e enjte, 19 korrik 2007
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1 koment:
Me comentó Hermes que había escuchado en la radio algo sobre esa explosión pero esa noche no logramos encontrar nada...
Nos preocupamos hasta que pudimos leerlo bien al día siguiente :P
Un gustazo leerte Hefer ;)
Elem
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